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Miercoles, 19 May 2010 12:14 Varela Share | Por Varela David Rivera es un super héroe de la Florida. No gasta mucho en cortes de pelo como su amigo Marco Rubio pero se mete en cada aventura que cuestan cientos de miles al contribuyente y de todos modos lo aplauden los ultraderechistas. Por eso sale en los comics de los fines de semana. Ha mantenido una cruzada contra las agencias de viajes a Cuba que hubiera salido más barato si se hubiera dedicado a sacarle el aire a las ruedas de los aviones o a echar arena en los tanques de la gasolina. Claro que si lo hubieran agarrado estuviera preso pero es que de todas maneras merece estar tras las rejas por el gasto excesivo que le hace al pagador de impuestos. Hace una semana la Florida le tuvo que reembolsar a las agencias de viajes a Cuba más de $360 mil por costos legales del correteo de Rivera por pasillos de cortes tropezando con jueces, abogados y fiscales. Rivera asume que la Florida es un estado aparte. Una especie de república bananera donde él puede hacer lo que quiera. Trata de adoptar en el estado de la Florida políticas exteriores diferentes a las de Estados Unidos en relaciones con países que pueden provocar trances, traumas y neuralgia regional diplomática con daño comercial. Pero él es Super Rivera. Es decir, David quiere agredir a Cuba económicamente porque no puede hacerlo de manera militar pues le falta su ejército personal de la Vigilia Mambisa ya que están muy viejos y sólo tienen mandarrias para romper CDs musicales. Y para ello David daña los fondos de la educación para los niños y los hospitales para los enfermos. La obsesión, la bobería o la fantasía de Rivera contra los vuelos a Cuba para declararlos inconstitucionales, aterrizajes en naciones enemigas, y trasiego de terroristas caribeños ya le ha costado muy caro a los planes comunitarios con sus intentos de crear en la Florida un estado alienado de la unión americana. Ya hay jueces que quieren echarle kriptonita porque dicen que super-legisladores como David Rivera están fuera de control, quieren volar muy alto. El propio gobernador Charlie Crist ha tenido que vetar docenas de sus proyectos especiales que drenan parte del presupuesto estatal de 70 billones de dólares (superior a la economía de cualquier país centroamericano). Muchos de esos "proyectos" nos tocan directamente porque son en el condado de Miami-Dade ("la Metrópolis" de Super Rivera) que incluyen un millón para la Conferencia Democrática de la Universidad Internacional de la Florida (serán cursos para evitar actos de repudio a los artistas cubano que se presentan en Miami); medio millón para Exponica International, un show comercial (quizás para enseñar cómo negociar con China pero no con Cuba); otro medio millón para la Cámara de Comercio Latina (¿creará cocteles de recaudación para la campaña de Marco Rubio?); 200 mil para el Urban Advantage de Miami-Dade (por el nombre me imagino es para hacer parques en las zonas pobres, canchas de básquet y terrenos de béisbol); 32 millones y medio para un edificio de Salud en medio del campus de la FIU (¿va a poner a correr a los viejitos o a jugar golf?) cuyo saludable presupuesto incluye 17 millones más para un salón de dominó, gimnasio y clases de tejer (menear fichas o tejer es de ancianos, pero el cardio-gym es algo macabro). Por eso Crist, que es malpensado como yo, ha propuesto eliminar dichos proyectos del presupuesto de Miami-Dade. Pero lo irónico es el cinismo de David Rivera cuando afirma: "Nosotros no jugamos con el dinero de los demás y no gastamos dólares que no tenemos". Claro que no, Rivera juega con los demás que tienen dinero... y gasta los dólares que tienen los demás (los contribuyentes). José Varela, nacido en Cuba 1955, caricaturista editorial en Miami durante 15 años con la revista Éxito (1991-97) y El Nuevo Herald (1993-2006). Es publicista y escritor de televisión. Es miembro del equipo de Progreso Semanal.
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